Aunque no nos demos cuenta, nuestra vida cambia constantemente: nos mudamos de casa, de trabajo, de ciudad, de relaciones, de rutinas… incluso nuestro cuerpo y nuestra forma de pensar cambian con el tiempo; y, aunque sabemos que el cambio es inevitable, no siempre resulta fácil aceptarlo porque nos genera incertidumbre, porque nos asusta.
El mindfulness, o atención plena, puede ser tu gran aliado para vivir estos momentos con más serenidad. Practicar mindfulness nos puede ayudar a soltar la necesidad de controlar cada detalle y reducir nuestra ansiedad.
Cabe destacar que Aceptación no es resignación, en ella hay algo aún de pelea, es como una renuncia disfrazada. La aceptación está vinculada directamente con la Comprensión, a medida que comprendes, aceptas, y cuando aceptas tienes mayor energía y consciencia, y eso genera paz.
Cómo ayuda el mindfulness
El mindfulness nos invita a observar esas emociones sin juzgarlas. En lugar de luchar contra lo que sentimos, aprendemos a reconocerlo: “tengo miedo a hacer esto “no quiero soltar lo que tengo”. Si a estas emociones les ponemos nombre dejan de ser tan importantes, aprendemos a reconocerlas y evitamos que marquen nuestro camino.
Algunas prácticas para aceptar el cambio
Estos ejercicios sencillos pueden ayudarte:
- Respira consciente: cuando notes ansiedad, detente unos segundos y enfócate solo en tu respiración. Inhala profundo, exhala lento. Es una forma de decirle a tu cuerpo “estás a salvo”.
- Observa tus pensamientos: imagina que tus preocupaciones son nubes que pasan por el cielo. Obsérvalas y déjalas ir, no te aferres a ellas.
- Aprende a vivir con incertidumbre: en vez de luchar por tener todas las respuestas, reconoce que no todo está bajo tu control. La aceptación libera energía.
- Enfócate en lo que si tienes: Observa lo que sí tienes y lo que te sostiene hoy. El agradecimiento trae calma en medio de lo incierto.
- Da un paso cada vez: no necesitas resolverlo todo de golpe. Haz lo que esté a tu alcance ahora mismo.
El cambio es también oportunidad
Aunque pueda dar miedo, el cambio también es una puerta abierta a nuevas posibilidades. En muchas ocasiones lo que parecía una pérdida irreparable se convierte en un nuevo inicio.
Practicar mindfulness no significa estar felices todo el tiempo, sino aprender a aceptar y a vivir los cambios siendo conscientes en todo momento y adaptándonos a los giros que dará la vida.
No podemos controlar todo lo que sucede en nuestra vida y a su alrededor, pero sí podemos elegir cómo queremos llevarlo. Practicar la atención plena en momentos de cambio nos dará más fuerza para aprender a afrontarlos con más serenidad.
“Aceptar el cambio no es perder, es abrir espacio para lo nuevo que la vida tiene preparado para ti.“